Antes de comenzar el proceso de rescate de las herramientas para facilitar el proceso de separación desde la óptica de vuestros hijos, y enumerar las máximas para una separación sana, me gustaría comentaros algo, difícil de creer pero fácilmente demostrable, con la experiencia a largo plazo. A veces nos invade la culpa por pensar en la opción de acabar con alguna unión familiar, por miedo al sufrimiento del niño. Pensamos en el daño inmediato que podemos llegar a hacerle, sin darnos cuenta de la repercusión a largo plazo que puede tener en él.
La educación de los hijos se encuentra inmersa en varias dimensiones, varios contextos; escolar, social, pero no hay duda que en lo que a relaciones se refiere en casa tiene el modelo que ocupa su mayor fuente de información.
A veces pensar en uno nos limita en la repercusión que puede causar en muchos, debemos de hacer un ejercicio de reflexión e ir más allá.
Una relación, un matrimonio, una unión cual sea su forma, dos personas encargadas de la crianza de uno o más seres que han nacido del amor entre dos , no pueden mantener una relación falta de valores. Que sociedad creamos con niños que se han criado en modelos de relaciones afectivas, emocionales, familiares, ausentes de amor, respeto, comunicación… no queremos educar en relaciones frías, distantes, no queremos que se construyan conceptos de amor vacíos y sin forma.
Por ello, es importante que penséis a largo plazo, a veces hay que pasar por lo peor para llegar a lo mejor. No asustaros.
Os dejo las diez máximas para una separación sana, pero he de decir que lógicamente cada familia es un mundo y cada historia como siempre digo un planeta.
Partiendo de esta base vamos al lío:
1. En el momento de la comunicación, debéis estar dos en uno, importante el lenguaje no verbal toda emoción debe ser coherente con tu expresión corporal con tu lenguaje no verbal, tened en cuenta que vuestros hijos son los que mejor os conocen y viceversa, y si lo que queremos transmitir es seguridad, apoyo, desprender amor por ambas partes, no podemos transmitir la sensación contraria. Nada de desacuerdos enfados y vamos a presentarle la decisión aportando seguridad en su sustento, el amor que va a permanecer entre ambos y todo aquello positivo que está por venir.
2. Es importante la organización, para evitar ansiedad e incertidumbre, horas, días, debe tener claro cuando dónde y cómo, o si no abriremos un abanico de posibilidades en su cabeza y estar a la espera de algo provoca activación continua y por lo tanto un estado de ansiedad elevada. Esto no quiere decir que no seamos flexibles y haya excepciones según imprevistos, pero es importante que sepan los planes, los días y horas de uno y otro. Constancia y permanencia en el tiempo.
3. Los hijos no son amigos ni confidentes, son niños, no pueden ser nuestro pañuelos de lágrimas o nuestro desahogo ante la rabia, absorben ese malestar, debéis exteriorizar o gestionar emociones negativas fuera de su alcance, hay muchas maneras de apoyarse en ellos, la mejor es reforzar tus emociones positivas compartiéndolas con los más pequeños.
4. Es importante transmitir seguridad en ambos contextos, tanto mamá como papá desde sus hogares aportar unas buenas raíces resolutivas ante problemas, si acudimos siempre a un contexto evitando la resolución en otro, alimentamos la pertenencia y la idea de un solo punto de referencia y apoyo, ahora hay dos.
5. La separación debe ser unión en educación, dos personas remando en una misma dirección o los niños se descontextualizarán y se arrimarán aquella sombra que más le cobija. Son niños.
6. Si creamos sensación de bandos estás poniendo al niño en la tesitura de elige entre papá y mamá, os han hecho alguna vez preguntas como ¿ a quien quieres más a papá o a mamá? , solo formularla dan ansiedad al niño, imaginaros el elegir a alguna de las dos figuras.
7. Enfoca todo aquello positivo que tiene el proceso, aprovecha para pasar tiempo de calidad con el niño.
8. Evita conversación trascendentales, enfrentamiento, disputas por decisiones, solo crean ansiedad y rabia en el niño, es difícil asimilar que las dos figuras que más quiere, que sus referentes están en barcos distintos, juegan en equipos contrarios, SEPARACIÓN COMO PAREJA PERO UNIÓN COMO PADRES.
9. Paciencia, amor, seguridad, unión no sólo debéis demostrarlo con palabras, el niño debe verlo con actos.
10. Al fin y al cabo vuestro objetivo debe ser, la misma relación de amor y protección pero con distinto formato. Evitar sentimientos de abandono, todo lo contrario, evitar sensaciones de elección entre papá y mamá, siempre va a sentir la sensación de alguna parte más débil según el momento, trabajad por desmontar esa idea, el niño debe ver figuras con sustentos parentales fuertes.
Todos necesitamos tiempo de adaptación, reajuste, asimilación y aceptación, los niños también.
Se que es difícil, que cada situación es un mundo y que a veces se bloquean algunas situaciones y se engrandecen ciertas trabas que impiden el desarrollo ideal.
Pero como siempre digo, con ayuda todo tiene solución, solo tienes que pedírmelo